9.25.2008

Soñar Suicidio


Sucede que me levante con ganas de morirme, así nomas. Ya estuvo bien, mucha vida, muy bonita, pero lo que de verdad quiero es morir. Le conté a un amigo, de esos con un humor muy ácido, capaz de entender lo que sentía sin alarmarse. El me confeso que de lo que él tenía ganas de verdad era de dispararle a alguien en la cabeza. !Listo! ¿acaso podía haber sido más fácil?, él me disparaba en la cabeza y yo me moría, voalá. Satisfacción garantizada, dos en el mismo acto, una especie de dos por uno. Lo planeamos todo, sencillo y rápido, como suele hacerse en estos casos. Estábamos en mi departamento, a una corta distancia (por aquello del margen de error) yo hincada y el frente a mi pistola en mano.
Primer disparo: entra por mi frente del lado derecho, siento la bala acomodandose en mi cabeza. Sigo consiente.
Segundo disparo, justo al lado izquierdo del anterior, casi en la naciente del cabello. Caigo de bruces en un dramático gesto mortuorio.....pero sigo consiente.
Pienso: !Caray esto es lo encabronadamente jodido del suicido!, que falle. Digo si uno hace algo para morirse lo último que espera es estar vivo después de hacerlo.
Bueno ahí estaba yo, con dos balas en la cabeza, tirada a media sala, con un mínimo charquito de sangre que mas que alarmar, ofendía.
Decidí incorporarme y anunciarle a mi asesino que simplemente el asunto no estaba funcionando.
"No, no, es que necesitas una más!", yo ya no estaba tan segura, así que le pedí que ya no disparara más, me lleve la mano a la frente justo a tiempo para que la tercera bala se incrustara en mi cabeza atravesando mi mano izquierda, justo en la misma línea de las dos anteriores.
"!Basta! ya no es chistoso". Mi patético asesino se reía a más no poder, mientras yo pensaba, maldición de suerte, seguro que las balas se han alojado en alguna parte no vital del cerebro. Había escuchado que ese tipo de milagros llegaban a ocurrir de vez en cuando, con alguna bala perdida por ahí, lo que francamente me parecía ridículo es que ocurriera con las tres al mismo tiempo.
Bueno, había que deshacer el entuerto, ahora si que estaba jodido el asunto por que además de tener que explicar como había llegado tres balas a mi cabeza tendría ahora que chutarme el numerito de sacarlas.
Pensaba en mis padres, a los que no les haría la mas mínima gracia la cuenta que esto pudiera ocacionar. Y en mi trabajo, al cual definitivamente no podía regresar con tres orificios semi sangrantes en la frente.
Miré a mi complice y asesino frustrado y este, aun entre risas me dijo a que hospital debíamos ir, ahí eran buenos y no me cobrarían. Subimos a su jeep y manejando rumbo al hospital desperté aún con la duda de por que no me había muerto si tenía tres balas en mi cabeza, sin duda mi terapeuta tiene razón, no me morí por que era un sueño. De cualquier manera le llame a la barata imitación de asesino para advertirle que cuando digo "no mas disparos" es !NO más disparos!.

La gata ha parido

Los mejores pertextos llegan a veces en los peores momentos.
(y yo siempre he tenido problemas con a-ha)

Actualización: 5 horas despues no se sabe si pario o no pario, además de que queda la duda de como puede saber un simple ser humano distraído y algo atrabancado que una gata esta teniendo contracciones.....es más ¿tal cosa ocurre?. En fin los pretextos seran siempre eso: pretextos.

Acuerdate

Que no soy yo, que eres tu.

Mala Leche

Me estas evitando. Crees que si me ves se te caerá el numerito. Enterate: se te va a caer de todos modos.....


Hay que sacar a pasear a la bestia de vez en cuando.