No hay lugar para sentirse mas acompañada que ahí donde no hay nada.
Fuí al desierto, me dijo que todo va bien. Que los veas o no, ahí están, todos y cada uno.
Azules celestiales, rojos incandecentes, verdes vivos, amarillos radiantes y el indescriptible color del polvo, se parece al del tiempo que te va cubriendo hasta que te ves como él.
Y en medio de esa nada, las flores mas hermosas y fuertes que he visto, muchas, coloreando el paisaje, alimentando almas y lugares.
El desierto por si mismo es un gran viaje.
4.11.2009
Desertica
Publicadas por Ella a la/s 15:55
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